Ocurrió ante los atónitos ojos de unos cuantos, muchos, que una noche aún templada de otoño tomamos al asalto uno de esos bellos parajes de asfalto y piedra de este mí Pueblo Grande. De repente aquella mole alargada frente a la que estábamos se cubrió de luz y dejó de ser piedra para convertirse en un enorme lienzo blanco enmarcado tan solo por una oscuridad que tuvo a bien hacer esperar a la luna. El repentino estallido de luz y sonido de unos invisibles mirlitones, convirtieron la Real Mole en un cuadro vivo, cambiante, absolutamente mágico, que a más de uno le hizo soñar.

Esos seres invisibles son los que hoy nos visitan… Que lo sueñen bien.

De los briqueros de Cantalejo nos habló Juanra hace algunos meses. Prometió que Rafa Monedero pasaría por nuestros estudios y cumplió. Nos contó sus recuerdos y llamamos a su amigo Frutos que nos habló de sus vivencias. Éste fue briquero junto a sus padres y hermano, de los 4 a los 17 años estuvo viniendo en carro al valle cada año. Pasaban por aquí 15 días vendiendo y reparando trillos. A partir de los 15 le tocó venir solo, en bicicleta, cargado de piedras para repararlos. Su buena memoria le hace recordar lugares y nombres que eran entonces parte importante de su vida. Los trillos costaban 350 pesetas y calcula que los 300 briqueros que había entonces en aquel pueblo segoviano harían unos 60.000 al año. De la gacería y el escopleo también nos hablaron.

A raíz de la reciente caída de una roca sobre la carretera de Tartalés, recuperamos la conversación que, a las puertas de la que fuera escuela de ese pueblo, mantuvimos con Damián de Tartalés y Celes de Hoz. Además de recuerdos de escuela y de los jesuitas que en los años 50 subían al pueblo, cuentan detalles de cuando, por fin, se hizo el actual acceso al pueblo. Fue en 1953 y se hizo en dos fases, la primera de Hoz a Fuentecalvo y la segunda hasta el pueblo. Damián estuvo de pinche y ganaba 15 pesetas. Parece que un barreno se llevó por delante más de lo esperado y aún bromean porque, en las enclavadillas, hay un tramo cuesta abajo. De la competencia religiosa entre Melquiades y los jesuitas de Oña, de lo que les gustaba el fútbol a estos últimos o de la muerte de uno de ellos tras beber agua en la Fuente el Churro de Hoz también hablan por aquí.
La imagen del principios del siglo pasado muestra como era el acceso a Tartalés y es cortesía de Lola Bermúdez.

El Festival de Títeres vuelve a Valdivielso de la mano de Alauda Teatro y la Junta Vecinal de Quintana. Será el próximo domingo 10 de julio a las 12,30h. Es parte de la 5º edición de este festival que ya se ha convertido en referente cultural de nuestra tierra. Entre el 7 y el 10 de julio 6 compañías llevarán a cabo 21 representaciones en 13 municipios de la comarca.

Como NOVEDAD, este año habrá dos funciones nocturnas para toda la familia de Teatro de Sombras. Una será el sábado 9, a las 22:30, en Villasana de Mena. La otra, el domingo a la misma hora en la fachada del Alcázar de los Condestables de Medina de Pomar. Rafa Benito nos resume todo lo previsto para estos días y adelanta algunos proyectos de futuro.

Un año más la fiesta de la Merindad sirvió para juntar a todas las gentes del valle en torno a esta celebración. Este año tocaba El Almiñé y, según cuentas las crónicas, la gente disfrutó de lo lindo. Aquí podéis escuchar el emotivo pregón de Sonsoles Herrero, las opiniones de los vecinos o algún sonido del inolvidable concierto de Mayalde. Como siempre, Radio Valdivielso te trae algo de lo que se coló por nuestra grabadora, esta vez con la colaboración especial de Roberto de Condado. También aquí puedes ver un montón de fotografías. El próximo año no te lo pierdas.